por Jorge Gálvez (Presidente de la Unión Bicentanaria de los Pueblos UBP-Chile y Dirigente de SOBERANISTAS)
Del 22 al 24 de octubre de 2024, el mundo será testigo de un acontecimiento crucial: la XVI Cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia. Este evento podría marcar un antes y un después en la configuración del sistema geopolítico y económico global. El bloque BRICS, que ya representa cerca del 36% del PIB mundial en paridad de poder adquisitivo, busca consolidar un nuevo sistema internacional basado en la multipolaridad y la cooperación. La Cumbre de Kazán podría ser el punto de inflexión hacia un orden global alternativo, dejando atrás el dominio unipolar del imperialismo Occidental y ofreciendo una nueva arquitectura económica y diplomática para el siglo XXI
Bajo la presidencia rusa, el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), ampliado recientemente con la incorporación de Arabia Saudita, Irán y otros países, se perfila como un contrapeso decisivo al declinante Grupo de los 7 (G7). La cumbre se centra en la consolidación de un orden multipolar que desafía la hegemonía tradicional liderada por imperialista de Occidente.
Desdolarización y Alternativas Financieras
Uno de los ejes fundamentales de la agenda será la desdolarización. Los BRICS buscan fortalecer su soberanía económica a través de la expansión del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y la creación de un sistema de pagos alternativo al SWIFT, que permitirá a los miembros del bloque realizar transacciones internacionales sin depender del dólar. Esta estrategia pretende neutralizar las sanciones económicas unilaterales y limitar el poder de Washington para utilizar su moneda como herramienta de guerra.
Aunque se descarta por ahora una moneda común del bloque debido a la falta de integración económica suficiente, las transacciones en monedas locales serán incentivadas. Este enfoque busca erosionar paulatinamente el dominio del dólar en el comercio internacional, reforzando la influencia financiera del bloque y posicionando al NDB como un actor clave en la inversión en infraestructura y tecnología.
Expansión del Bloque y Nuevas Alianzas
La integración de Venezuela, Bolivia y Colombia será uno de los temas centrales de la cumbre, reflejando la voluntad de los BRICS de profundizar su presencia en América Latina. Esta ampliación responde a una estrategia más amplia de alineación con el Sur Global, consolidando la cooperación con Asia, África y América Latina como regiones estratégicas para el crecimiento del bloque.
Un Orden Multipolar y la Resistencia a las Guerras Perpetuas
La cumbre tiene lugar en un contexto de creciente inestabilidad global, con guerras prolongadas en Ucrania y en Asia Occidental. Rusia, China e Irán enfrentan una presión constante por parte de Estados Unidos, que percibe al bloque como una amenaza a su supremacía global. Putin ha afirmado que las “guerras perpetuas” buscan frenar el avance de los BRICS, y la resistencia rusa en Ucrania se presenta como un ejemplo de defensa de la soberanía nacional frente a la OTAN.
Infraestructura y Proyectos Estratégicos
Además del ámbito financiero, los BRICS avanzan en proyectos de infraestructura cruciales para consolidar su influencia global. La Ruta del Mar del Norte y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur refuerzan la conectividad entre Rusia, Irán e India, promoviendo rutas comerciales alternativas a las dominadas por Occidente. Estos proyectos subrayan la intención del bloque de construir un sistema geoeconómico que reduzca la dependencia de las infraestructuras tradicionales controladas por el G7.
Implicaciones Diplomáticas y Regionales
La cumbre también abordará conflictos internacionales delicados, como la situación en Palestina e Israel, demostrando la voluntad de los BRICS de actuar como mediadores en crisis internacionales. Putin ha criticado la disolución del Cuarteto de Oriente Medio y reafirmado la disposición de Rusia para promover una solución pacífica en la región.